Estilo CSS margin-bottom
Gracias a este atributo indicaremos el tamaño que tendrá el margen de la parte inferior de la página. La indicación será mediante unidades de medida de CSS.
Estilo CSS margin-top
Gracias a este atributo indicaremos el tamaño que tendrá el margen de la parte superior de la página. La indicación será mediante unidades de medida de CSS.
Estilo CSS margin-left
Gracias a este atributo indicaremos el tamaño que tendrá el margen izquierdo de la página. La indicación será mediante unidades de medida de CSS.
Estilo CSS margin-right
Gracias a este atributo indicaremos el tamaño que tendrá el margen derecho de la página. La indicación será mediante unidades de medida de CSS.
Estilo margin CSS
Los cuatro estilos antes vistos se pueden definir con el atributo margin. Con este único estilo podemos definir los cuatro márgenes vistos con anterioridad.
Ahora podrás ver dos ejemplos de estilos de margen. Observa el código fuente de la página para averiguar cómo lo hemos hecho:
En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lantejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas, con sus pantuflos de lo mesmo, y los días de entresemana se honraba con su vellorí de lo más fino. Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta, y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza, que así ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años; era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tenía el sobrenombre de Quijada, o Quesada, que en esto hay alguna diferencia en los autores que deste caso escriben; aunque por conjeturas verosímiles se deja entender que se llamaba Quijana. Pero esto importa poco a nuestro cuento: basta que en la narración dél no se salga un punto de la verdad.
Es, pues, de saber que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso, que eran los más del año, se daba a leer libros de caballerías, con tanta afición y gusto, que olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza, y aun la administración de su hacienda; y llegó a tanto su curiosidad y desatino en esto, que vendió muchas hanegas de tierra de sembradura para comprar libros de caballerías en que leer, y así, llevó a su casa todos cuantos pudo haber dellos; y de todos, ningunos le parecían tan bien como los que compuso el famoso Feliciano de Silva; porque la claridad de su prosa y aquellas entricadas razones suyas le parecían de perlas, y más cuando llegaba a leer aquellos requiebros y cartas de desafíos, donde en muchas partes hallaba escrito: «La razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura». Y también cuando leía: «... los altos cielos que de vuestra divinidad divinamente con las estrellas os fortifican, y os hacen merecedora del merecimiento que merece la vuestra grandeza».
Estilo CSS padding-left
El estilo padding indica el espacio insertado entre el borde del elemento que contiene los elementos que se ven afectados por el estilo y éstos estilos en sí. Podríamos comparar su función al “cellpadding” de una tabla.
En el estilo padding-left se insertaría el espaciado por la izquierda de los elementos.
Estilo CSS padding-right
En este estilo el espacio que se insertaría sería por la derecha de los elementos.
Estilo CSS padding-bottom
En este estilo el espacio que se insertaría sería por la parte inferior de los elementos.
Estilo CSS padding-top
En este estilo el espacio que se insertaría sería por la parte superior de los elementos.
Estilo padding CSS
Al igual que ocurría con el estilo margin, si usamos el padding a secas, sin ningún otro atributo más, el espacio se insertará en los cuatro elementos: arriba, abajo, a la derecha y a la izquierda.
En el enlace siguiente verás que hemos aplicado estilos de padding a dos textos dentro de una tabla. Uno de ellos lleva el atributo padding sólo, y el otro lleva determinados todos los lados del padding. Observa el resultado y si quieres saber cómo lo hemos hecho, sólo debes mirar el código fuente de la página.
En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lantejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas, con sus pantuflos de lo mesmo, y los días de entresemana se honraba con su vellorí de lo más fino. Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta, y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza, que así ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años; era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tenía el sobrenombre de Quijada, o Quesada, que en esto hay alguna diferencia en los autores que deste caso escriben; aunque por conjeturas verosímiles se deja entender que se llamaba Quijana. Pero esto importa poco a nuestro cuento: basta que en la narración dél no se salga un punto de la verdad.
Es, pues, de saber que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso, que eran los más del año, se daba a leer libros de caballerías, con tanta afición y gusto, que olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza, y aun la administración de su hacienda; y llegó a tanto su curiosidad y desatino en esto, que vendió muchas hanegas de tierra de sembradura para comprar libros de caballerías en que leer, y así, llevó a su casa todos cuantos pudo haber dellos; y de todos, ningunos le parecían tan bien como los que compuso el famoso Feliciano de Silva; porque la claridad de su prosa y aquellas entricadas razones suyas le parecían de perlas, y más cuando llegaba a leer aquellos requiebros y cartas de desafíos, donde en muchas partes hallaba escrito: «La razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura». Y también cuando leía: «... los altos cielos que de vuestra divinidad divinamente con las estrellas os fortifican, y os hacen merecedora del merecimiento que merece la vuestra grandeza».
José Juan dice
Excelente diseño, básico pero efectivo y agradale a la vista.