Los supermercados online son cada vez más utilizados por los clientes que optan por llevar a cabo la compra desde casa en vez de dirigirse físicamente hasta el recinto. Independientemente de la crisis del coronavirus, motivo por el cual las compras a través de internet han aumentado considerablemente en los últimos meses —como veremos a continuación—, el uso de las e-commerce alimenticias es cada vez más frecuente.
En este artículo vamos a analizar cómo han aumentado las ventas a través de internet en los últimos años a través de varios estudios y los datos más recientes con respecto a la situación del Covid-19 que ha azotado a todo el planeta.
Aumento de las ventas a través de internet: Sin pausa, pero sin prisa
El inicio de los supermercados online se fija, más o menos, en el año 2015. En aquel momento se esperaba que con la llegada del servicio electrónico muchos de los supermercados reducirían su personal al tener una menor cantidad de clientes, hasta empresas como Google comenzaron a experimentar con proyectos piloto para obtener rendimiento de ello.
Sin embargo, el boom no fue tal como se predijo. No fue hasta pasados unos años cuando, por fin, los supermercados online se asentaron como una opción para muchas de las familias en España y de otros continentes. Hasta 2019 las compras a través de supermercados online han ido creciendo de manera progresiva. Un estudio publicado por Kantar demuestra que las compras online de productos de Gran Consumo —los más consumidos por la sociedad en general— crecieron en España un 9,1% tan solo en el año 2018. El estudio demuestra, así mismo, un aumento de las compras online de productos de gran consumo a nivel mundial, habiendo aumentado un 35,9% en países como Estados Unidos y un 32,3% en China Continental. En general, los datos se resumen a un incremento global de las compras de productos de gran consumo a través de internet de un 20,3%.
Ahora bien, este tipo de compras a través de internet supone, tan solo, un 5,1% de los datos globales. En el caso español, el porcentaje de la población que hacía uso del servicio de compras de productos de gran consumo a través de internet representaba solo el 2,4% en 2018, frente al 2,2% en 2017. Estos datos demuestran que el crecimiento va muy lento, por lo que hay mucha gente que todavía prefiere comprar físicamente en los supermercados.
El boom del supermercado online con la pandemia
Con la crisis del coronavirus la facturación de los supermercados a través de internet ha aumentado considerablemente. De hecho, nos encontramos que algunas cadenas han cuadriplicado sus ventas a través del servicio digital, lo que supone un 25% del total de la facturación. La crisis del Covid-19 ha supuesto un cambio radical en el comportamiento de los clientes, muchos de los cuales han optado —y siguen optando— por hacer uso de las compras online a través de las diferentes webs de las empresas de supermercados o de empresas externas que trabajan con varios supermercados de manera simultánea para facilitar la compra de todos los productos deseados.
Y es que, según un estudio publicado por la consultora Oliver Wyman, el porcentaje de españoles que hacen uso del servicio de venta online se ha duplicado en los últimos meses. La tendencia a raíz de esta crisis que ha azotado a todo el planeta es utilizar los servicios digitales con mayor frecuencia, aunque el porcentaje de personas que compran en tiendas físicas sigue siendo prioritario, así como la opción preferida por la mayoría.
Conclusiones
Como hemos visto, el uso de las e-commerce alimenticias van en aumento. Un aumento progresivo, pero lento —al menos hasta este año—. Con la crisis del coronavirus son muchas las personas que han descubierto la efectividad de este servicio online, por lo que es posible que superada la cuarentena continúen utilizándolo. Ahora bien, si nos paramos a estudiar con detenimiento el comportamiento de las personas vemos que aún hay muchos usuarios que se decantan por la compra física. Y es que esta ofrece unas posibilidades que, hasta el momento, no lo permite la compra online, como es elegir las verduras y frutas deseadas, así como las piezas de carne, pescado y todo tipo de alimento que no va envasado en una caja de cartón o de plástico.
La conclusión que podemos obtener de todo ello es que la compra online y la compra física no son competencia, más bien son preferencias de usuarios y conviven perfectamente entre sí, por lo que su uso —a largo plazo— no espera grandes novedades—.