La obsolescencia programada es un hecho que está siendo de lo más habitual en nuestros aparatos electrónicos e incluso en muchos otros tipos de dispositivos. Aunque pensemos que no podemos hacer absolutamente nada para conseguir alargar la vida de nuestros electrodomésticos, existen una serie de consejos para luchar contra la obsolescencia programada que pueden serte de mucha utilidad y que conseguirán que ahorres más dinero y dejes de comprar productos nuevos, evitando contaminar más el planeta.
Combatir la obsolescencia programada
Las grandes compañías y marcas han comprobado que, si realizan productos muy duraderos, es decir, que puedan durar incluso más de 5 años en pequeños electrodomésticos o mucho más si hablamos de automóviles, las ganancias que tienen se ven reducidas, puesto que llegará un momento en el que los usuarios no compren sus productos durante un largo periodo de tiempo, a pesar de estar satisfechos con lo que compran. Por este motivo, se ha programado la obsolescencia en los dispositivos, con el fin de que puedan durar mucho menos, y de esta manera, el cliente tenga que retirarlos y sustituirlos por unos nuevos, consiguiendo el empresario nuevos ingresos sin problema.
Esto ha supuesto no solo un malestar general a los compradores, que ven que cada cierto tiempo tienen que volver a comprar un teléfono móvil que hace poco les estaba funcionando bien, o una batidora que ayer le funcionaba perfectamente, sino que se ha comprobado que no es bueno para el medio ambiente, ya que todos estos aparatos al final terminan en el container de la basura y por lo tanto, se convierten en contaminantes para el planeta.
Cada vez hay más movimientos que buscan conservar o mantener los productos que compramos, y uno de ellos, como nos comentan en el servicio técnico Vaillant es que tengamos la posibilidad de llevarlo a un técnico para arreglar o sustituir la pieza que ha hecho fallar todo el aparato. En ocasiones, cuando vamos a tirar un producto que nos ha dejado de funcionar, es posible que su problema venga de un cable que no se ha soldado correctamente o de una única pieza que se ha estropeado, pero que el resto de los mecanismos funciona como un reloj. Nuestra mentalidad, que ha sido lavada por las grandes empresas, nos hace pensar que la reparación nos va a salir más cara que la compra de un mismo modelo, algo que es completamente falso, puesto que si sabes elegir, la tarifa suele ser muy económica, y no tendrás que desembolsar por un nuevo aparato.
Consejos para evitar la obsolescencia programada
Otra de nuestras recomendaciones respecto a la obsolescencia programada es que puedas elegir bien entre los diferentes productos que tienes a tu alcance y también conocer las opiniones de los expertos y clientes que han adquirido dichos productos. Cabe destacar que puedes o bien, comprar un aparato económico que sabes que no cuenta con buenas piezas o uno de mayor calidad. La calidad que pagas es la que después puedes exigir a dicho producto, debiendo de saber que puedes optar a una garantía de dos años en la mayoría de los casos cuando falla algún componente.
Recuerda también realizar un mantenimiento al aparato o dispositivo de vez en cuando, como también cuidarlo correctamente. Para aquellos que han vivido la época de las televisiones de tubo, un gesto habitual cuando no se veía la imagen era golpearlo para comprobar si la señal mejoraba, cuando a lo mejor este gesto, soltaba más la pieza que estaba en mal funcionamiento. Es importante también dentro del mantenimiento, que no lleves al máximo al aparato, a pesar de que quieres que tenga en todo momento lo más de lo más. Por lo tanto, si tienes por ejemplo, un móvil, evita abrir demasiadas aplicaciones, o hacer que la memoria RAM vaya muy acelerada, puesto que esto, una y otra vez, podrá hacer que se acorte su tiempo de vida.