Hoy te vamos a hablar sobre las principales diferencias de los monitores que usan los diseñadores y los programadores. Y es que aunque a simple vista puedan parecer muy parecidos, la verdad es que son muy diferentes. Cuando veas las diferencias entre cada uno de ellos, seguro que te será mucho más fácil elegir la opción que mejor encaja con tus necesidades.
Monitores para diseñadores
A la hora de comprar un monitor para diseñar es importante que el mismo tenga una serie de características para poderle sacar el máximo provecho.
El tamaño de estos monitores debe ser de 32 pulgadas o más, debido a que el tamaño en este caso sí que importa. A esto hay que añadir que la resolución tiene que ser elevada para poder hacer buenos trabajos. Personalmente te recomiendo adquirir un monitor con resolución 4K o superior.
El panel suele ser IPS y tener una profundidad de color de 10 bits y estar cubierto en su totalidad por espacio de color.
Para poder disfrutar de una buena comodidad a la hora de trabajar con el monitor, siempre se recomienda que la pantalla se pueda regular en altura y tenga diferentes opciones de ergonomía. Algunos profesionales suelen apostar por monitores curvos, pero esto ya es cuestión de necesidades y dependerá de donde y como vayamos a usar el monitor.
También es importante que el monitor cuente con 60Hz y que los tiempos de respuesta sean lo más bajos posibles. Puede ser una buena opción apostar por un monitor con una respuesta de 5ms e input lag que esté por debajo de 20ms para conseguir una buena experiencia de uso.
Todos los monitores para diseñadores tienen que ir equipados con la opción de calibrar el color a través de hardware fundamental.
Por supuesto, luego habrá que diseñadores que necesiten un monitor con unas características u otra, esto ya dependerá de lo que cada uno necesite.
Monitores para programadores
Si el objetivo de comprar el monitor es usarlo para trabajar como programador, las necesidades van a ser realmente diferentes, tal y como te vamos a mostrar a continuación.
En este caso el tamaño será mucho más pequeño ya que no hace falta tener una pantalla tan grande. Para que te hagas a la idea, la gran mayoría de profesionales suelen apostar por monitores de un tamaño de 25 a 27 pulgadas QHD. El objetivo es que tenga más o menos 110 DPI.
La resolución es importante en este caso, pero si el presupuesto es ajustado, con un monitor Full HD puede ser suficiente. Por supuesto, si es 4K, mucho mejor.
Como en el caso anterior, se recomienda que el monitor tenga 60Hz y también tenga un tiempo de respuesta lo más bajo posible, con 5ms puede ser una buena compra. Nunca se puede comprar un modelo que tenga un tiempo de respuesta de más de 10ms. Para conseguir ese periodo de respuesta es importante tener una buena gráfica y sobre todo cables que trasmitan todo a gran velocidad.
El panel suele ser IPS y está acompañado de una base que permite que la pantalla se pueda colocar a la altura adecuada de la persona que va a trabajar con el PC. En este caso la profundidad y el espectro de color pasa a ser algo secundario, mientras que en los monitores para los diseñadores es algo primordial.
Ahora que ya conoces las diferencias, seguro que te será mucho más sencillo elegir el monitor que realmente necesitas para el trabajo que vas a realizar. No olvides que no es lo mismo usar un monitor para diseñar que para programar. Cada uno tiene sus necesidades y tienes que aprender a adquirir la opción que mejor encaja con tus necesidades.
¿Cuánto dinero gastar en un monitor?
Dependerá de tu presupuesto y la calidad que quieras adquirir, pero para que te hagas a la idea, con un monitor de 400 a 500 euros puede que sea más que suficiente. Por estos precios podemos encontrar monitores de muy buena calidad, incluso si lo vamos a usar a nivel profesional.
Por supuesto, si necesitas lo mejor de lo mejor para conseguir trabajos de máxima calidad, entonces podrás adquirir monitores de última generación que pueden llegar a superar incluso los 3000 euros. Estos monitores son adecuados para las personas que necesitan hacer trabajos de máxima calidad y en consecuencia gana para el mismo. Si vas a comenzar, con uno económico seguramente tengas más que suficiente, gracias a que están muy bien preparados.